El lunes iniciamos nuestro Camino de Santiago y como no podía de ser de otra manera, obtuvimos nuestra propia compostelana.
Hicimos una parada en el camino para reponer fuerzas y refrescarnos de la intensa jornada de calor. Unos juegos de agua en el camino y nuestra versión "no comestible" de la conocida tarta de Santiago con la que pudimos volver a poner en práctica la estimulación sensorial que tanto nos gusta.
Adelantamos al jueves la festividad del 25 de julio en honor a Santiago Apostol y vivimos una noche mágica con fuegos artificiales. Recreamos la sesión de pirotecnia en luz negra. Primero hicimos una masa fluorescente para formar los fuegos artificiales y luego los llevamos a escena en un espectáculo de luz y sonido.
La próxima semana, terminamos la primera parte de nuestras vacaciones por España visitando tierras cántabras.